Jugar con plastilina no solo divierte y estimula la creatividad de los niños, sino que ademas mejora su capacidad para concentrarse, facilita sus procesos de lectoescritura y los tranquiliza.
Ablandar y moldear una masa de color, luego mezclarla con otras y hacer pequeñas piezas hasta crear mundos de plastilina constituye una actividad mucho más compleja e importante de lo que se cree, pues contribuye significativamente en el desarrollo de los niños.
Los niños nunca van a tener miedo de dañar un pedazo de plastilina, eso permite que se acerquen a este material con total confianza y libertad. Al hacerlo pueden experimentar como quieran y arriesgarse a hacer lo que su imaginación les indique.
Ablandar y moldear una masa de color, luego mezclarla con otras y hacer pequeñas piezas hasta crear mundos de plastilina constituye una actividad mucho más compleja e importante de lo que se cree, pues contribuye significativamente en el desarrollo de los niños.
Los niños nunca van a tener miedo de dañar un pedazo de plastilina, eso permite que se acerquen a este material con total confianza y libertad. Al hacerlo pueden experimentar como quieran y arriesgarse a hacer lo que su imaginación les indique.
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